miércoles, 15 de febrero de 2006

Sólo por ser amigos...

Si te asomas a mi espacio, pueda ser que me encuentres, callado y atento a lo que a cada paso con tu cuerpo vayas dibujando.
Si te acercas pudieras incluso percibir el aroma que mi piel va destilando conforme imagino tu cuerpo tibio pegado al mío.
Si me tocas podrías perderte, quedarte vagando por siempre en un quejido corto y quebrado que de tu cuerpo mi sed robaría.
Si te quedas, olvidaría lo que aquí te trajo un día y podría no respetar la amistad que un día nos hizo encontrarnos.
Pero entonces, quizás entonces, decidirías ya nunca más marcharte.