lunes, 10 de diciembre de 2007

Reencuentro.

Tu presencia, desconcierto.
Mi atención, en alerta.
Tu aroma, un aviso.
Tu rostro, más que un gesto.
En mi piel, escalofrío.
El silencio, instante eterno.
Tu silueta, mi pecado.
Tu pecado, mi alimento.
En tu voz, sugerencia.
En tu nombre, el universo.
Mi mirada, paz sedienta.
Un segundo, aprehensión.
En mis brazos, cuerpo ausente.
En tu boca, soledad.
Tu sabor, novedad.
Cercanía, agonía .
Encontrarte, mi extravío.
Piel desnuda, claridad.
Tu sonrisa, desafío.
Mi memoria, obsolescencia.
El presente, renacer.
La distancia, imposible.
En tus ojos, claridad.
Nuestros tiempos, coordinados.
Un encuentro..., despertar.

domingo, 9 de diciembre de 2007

Transición

Si en este momento me transformara en palabras, sería la redacción de una paradoja.
Si fuese un signo, sería el de una gran interrogación.
Si me convirtiese en camino, sería una intersección. Si geografía, precipicio.
Pero si hoy fuese una persona distinta, sería tú, encontrándote conmigo en este primer beso que bien pudiera ser el último.
Si tú fueses error, irónicamente serías mi mayor acierto, pues mi piel siempre podrá cicatrizarse y prepararse de nuevo para otras caricias. Y prefiero ser el portador de cicatrices que de posibilidades que nunca alcanzaron a dibujarse.
Pues hoy estoy ante la disyuntiva de abrir mi camisa y exponer a tu aliento mi pecho desnudo y que el viento de tu piel me recuerde que estoy vivo para volver a abrir el tesoro que guardo en mi pecho, o por el contrario ignorar que hay otras bocas, nuevos ojos, una nueva piel y con ellos otros sueños..., nuevas historias que comienzan a redactar su prólogo, con la tinta fresca que mis labios dejan escurrir esta noche entre tus poros.

viernes, 7 de diciembre de 2007

Amnesia

Mi rostro es hoy espejo del júbilo y dolor del mundo.
Mi pecho es el crisol en el que se funden los rezos y gritos de los ausentes y de aquellos cuya voz aún no se extingue.
Mi mirada abarca resplandor y oscuridad y en el camino descubro nuevos colores y diferentes gamas de penumbra.
Mi esperanza es del tamaño de una nuez y mi fe de la extensión de un continente. Mis miedos me inmovilizan y el amor me transforma en llama que purifica.
Quiero detener esta búsqueda de la respuesta que aclare en mí todas las dudas e inquietudes que alargan mis desvelos y a la vez ser explorador de la verdad cuya voz expresa las mentiras escondidas en la historia de la humanidad.
Levanto el vuelo, de antemano sin la guía del destino escrito por los dedos de la eternidad y mi ayer se convierte en el lastre que detiene mi despegue y a la vez me brinda la noción de los que hasta hoy he sido. Me coloco las alas de la inmensidad de las posibilidades de mi ser y me dejo perder en la amnesia de la idea que hasta este día he tenido de mí.
En el espejo roto mi rostro me desconoce y en su resquebrajarse no logro distinguir las lágrimas que se deslizan por mis mejillas y me voy con la idea de haber estado sonriendo con cuya imprensión mi boca se muestra al mundo.
Regresé al mismo lugar mas sin la noción de que así era, por lo que mi conciencia es la de un niño recién nacido, sin imágen de quién es y sin los temores y distorsiones ante el universo que desfila a mi alrededor.
Y es con una sonrisa que cierro los ojos en el lecho del renacimiento que me espera. Duermo para olvidar los últimos residuos de lo que llegué a ser. Mañana despertaré, quizás. Y si lo hago miraré con nuevos ojos para volver a conocer todo lo que mi memoria creía saber. Pues esta noche olvidaré.

miércoles, 5 de diciembre de 2007

Regreso a casa

Es momento de izar velas. Hoy el viento sopla en dirección al lugar que me vio nacer y necesito descansar esta noche en el lecho de mi propia reflexión, pues mañana al despertar habré de quitar la hierba del campo y comenzar a arar para preparar el próximo sembradío, pues con la llegada del otoño me espera la mejor cosecha de esta década.
Me fumo el último cigarrillo y que la brisa del olvido se lleve el humo lejos. La ventana está abierta y mi mirada desafiante hacia el horizonte.

lunes, 3 de diciembre de 2007

De la amistad: Entre lo correcto y lo imperfecto.

Ser tocado por alguien en algún momento de la vida es un evento que adquiere un lugar relevante en la historia personal. Y no me refiero al toque físico de una mano, o al menos no simplemente a eso. Me refiero a ser tocado como algo mucho más complejo, más el concepto de "to be touched" que en el idioma inglés tiene una acepción de mayor profundidad y cercanía a lo que quiero expresar.
Me refiero a ser tocado y ser transformado después de que alguien pasó o mejor dicho, atravesó "por entre" tu vida... Por ponerlo en metáfora es como una geografía que no ha cambiado y sin embargo el paisaje es distinto.
En este caso hablo de mi vida, mi vida que ha sido tocada, sacudida, acariciada y transformada por esa repentina aparición en escena que has escenificado estos últimos meses. Y quizás tú misma no tengas conciencia de lo que tu vida en mi vida ha significado. Quizás no sepas que haberme tocado arrancó capas de mi ser. Quizás no sepas que me quedé expuesto, pero también con la posibilidad de ser vulnerable a experiencias nuevas y percibirme diferente, renovado y más vivo. Expuesto a la locura, pero irónicamente también a lo más genuino en mí. De algún modo y retomando una conocida frase, hacer lo "incorrecto" me permitió, por un instante, haber tocado contigo lo perfecto.
Y bien, ahora que de nuevo permito que la razón regrese a mí, toca redefinir este espacio construido entre tú y yo. Hablo de redefinir pues me interesa mantener un espacio reservado sólo para ti. Quizás no el que había construido en mis fantasías, pero no menos sagrado, ni menos especial. Un espacio en el cual puedas seguir presente,y en el cual pueda cuidarte y seguir tejiendo una historia en el que tu vida y la mía sigan entrelazadas.

Ser amigos..., pero ¿Cómo defino el significado de amistad entre tú y yo?
Intento delinear cómo me vislumbro siendo amigo de ti.
El lugar ya lo tienes. Es inamovible a pesar de los terremotos que puedan sobrevenir o del tiempo que pueda avanzar sobre él.
Ahora, ¿cómo habrá de ser la arquitectura de dicho lugar? Esta es la parte divertida. Descubrir qué entiendes por amistad y qué quiero yo entender por amistad. Es una parte tramposa, lo reconozco, al menos de mi parte.
En mi concepto de amistad contigo espero continuar teniendo la oportunidad de explorarte y llegar a conocer aquellos ángulos de tu historia que aún desconozco. Quiero conocer tu enojo, tu tristeza, tu locura, tus mayores virtudes, tu bondad y tu egoísmo, tus mañas y defectos. Conocerte eufórica y rabiosa, romántica e intolerante, suave e intensa, insoportable y fascinante.
Quiero que igualmente vayas descubriendo lo mejor y lo peor de mí. Que seas testigo sin juicio de mi mayor júbilo y mi peor desazón. De mi mayor luminosidad y más profunda oscuridad.
Deseo ser depositario de tus confidencias, que en nuestro diálogo siempre exista el respeto y en nuestros silencios la comprensión. Brindarte mis brazos en momentos de tristeza y mis oídos en tus triunfos. Ser el lugar en el que puedas recargarte cuando estés cansada y quien te acompañe cuando todos los demás te hayan abandonado. Que tu mirada encuentre en la mía la ternura y la fuerza que la vida te vaya requiriendo.
Quiero que eventualmente, alguna mañana de invierno llegue a sorprendernos dormidos, abrazados y desnudos en un mismo lecho, después de una noche en la que descuidamos los límites, y dejamos que el erotismo y la sensualidad nos sobrepasaran, y que me dejes llevarte el desayuno a la cama y despedirte con un beso de agradecimiento, y que aún después de eso sigas siendo mi mejor amiga...
Abrazarte en cada uno de tus cumpleaños y compartir contigo el mío.
Quiero que seas ese espacio de intimidad en el que pueda compartirte palabras que resulten inconfesables en cualquier otro. El santuario en el que mi risa se sienta libre y despreocupada. Deseo que seas el puerto al cual llegar cuando la desesperanza abata mis velas, así como el sol que me ilumine cuando los días nublados meroden mi amanecer.
Edificar un refugio al cual poder regresar a pesar de haber atravesado por disgustos o sufrido distanciamiento y en el que nunca falte una palabra amable o una inesperada broma y sobre todo el sitio para todas las posibles sonrisas. Donde haya lugar para lo insulso así como para lo sagrado.Saber que tú estarás ahí y que yo estaré también para ti y que siempre habrá una frase disponible que nos permita corregir el rumbo cuando estemos confundidos.
Espero que un día el tiempo nos sorprenda tomados de la mano caminando una tarde por los viveros, escuchándote con ternura y paciencia acerca del pasado, de los errores y aciertos que cometiste, así como compartiéndote los cometidos por mí y que me bendigas por haberte acompañado al paso de los años, pues has podido darte cuenta de que yo también logré "tocarte" y transformarte aún y cuando algún día pretendiste ignorarlo. Porque en mí, tu ya has sido bendecida.
Ahora dime, ¿cuál es el concepto de amistad por el cual deseas navegar conmigo?
P.D. Por cierto, nunca te he dado las gracias de mi pastel el día de cumpleaños... Gracias.

domingo, 2 de diciembre de 2007

Distancias

Sacado del diccionario, distancia significa "Intervalo o espacio de lugar o tiempo que media entre dos cosas o sucesos".

Por supuesto no te considero ni cosa ni suceso, pero el intervalo o espacio de lugar y tiempo sin lugar a dudas media entre nosotros en esta noche de diciembre.

Podria también definir la distancia en términos más coloquiales como ese dolorcito en el pecho cuando pienso en ti y sé que no puedo tenerte aquí conmigo, o como la certeza de amarte y de saberme amado por ti pero en un espacio en el que no te encuentro, o como esas ganas de abrazarte y no soltarte pero que mis brazos se hallan vacíos e incompletos, o como ese deseo no satisfecho de tener tu cuerpo desnudo en una noche en la que sólo quisera llenarme de todo tu ser.

En fin, la distancia de ti tiene diferentes acepciones pero el sentimiento siempre será muy claro, el de una tristeza seca en mis ojos, mi garganta, mi pecho y mis brazos...

y todo esto sólo para decirte que hoy te extraño y que no sé qué hacer con ello.