Me queda junio para los úlimos arreglos y julio para despedirme. Me voy de viaje hacia los siete años que vienen y a los que quizás no llegue. Están por irse siete más y me queda junio para los últimos arreglos porque en julio me despido y quiero descansar.
Estos años que dejo atrás tienen dedicatoria y los voy a a extrañar... y no. No los cambio por nada pero tampoco regreso, al menos no en esta vida, en otros ya he estado ahí eternamente, pero ahorita, ahorititita, sólo les dejo una flor que habrá de marchitarse, pero estaré ya lejos cuando ello ocurra, sembrando rosas nuevas, frondosos robles y espesas bugambilias.
Si alguien pregunta, diré que quería volver pero olvidé el camino. Sólo tú sabes que estoy mejor contigo, para empezar a mirar hacia adelante y que estuve ahí, un poco marchito, pero hoy he retoñado.
Si he de sentir ausencia, será de tristeza, pues he decidido acompañarme de ella para cuando me haga falta. Ella sabrá esperar, ser amiga paciente, llenar mis ojos de lágrimas cuando el pecho se encoja de suspiros callados y dejarme envolver en mí, pero también sabrá soltarme, pues aprendí a pedírselo y ella ha decidido escucharme.
Me queda junio para los últimos arreglos y ya es día 9. Y los días que queden vendrán como rio en deshielo, limpiando mi corazón que con el calor se derrite de muchos años de un frío sordo. Y a decir verdad, no sé si aquí estaré mañana. Y hoy estoy y no importa nada más. Hoy estoy. ¿Escuchas? ¡HOY ESTOY! Y no tengo prisa pues no tengo a dónde querer ir, sólo quiero quedarme. Así que si julio llega, comenzaré a despedirme descansadamente...
Estos años que dejo atrás tienen dedicatoria y los voy a a extrañar... y no. No los cambio por nada pero tampoco regreso, al menos no en esta vida, en otros ya he estado ahí eternamente, pero ahorita, ahorititita, sólo les dejo una flor que habrá de marchitarse, pero estaré ya lejos cuando ello ocurra, sembrando rosas nuevas, frondosos robles y espesas bugambilias.
Si alguien pregunta, diré que quería volver pero olvidé el camino. Sólo tú sabes que estoy mejor contigo, para empezar a mirar hacia adelante y que estuve ahí, un poco marchito, pero hoy he retoñado.
Si he de sentir ausencia, será de tristeza, pues he decidido acompañarme de ella para cuando me haga falta. Ella sabrá esperar, ser amiga paciente, llenar mis ojos de lágrimas cuando el pecho se encoja de suspiros callados y dejarme envolver en mí, pero también sabrá soltarme, pues aprendí a pedírselo y ella ha decidido escucharme.
Me queda junio para los últimos arreglos y ya es día 9. Y los días que queden vendrán como rio en deshielo, limpiando mi corazón que con el calor se derrite de muchos años de un frío sordo. Y a decir verdad, no sé si aquí estaré mañana. Y hoy estoy y no importa nada más. Hoy estoy. ¿Escuchas? ¡HOY ESTOY! Y no tengo prisa pues no tengo a dónde querer ir, sólo quiero quedarme. Así que si julio llega, comenzaré a despedirme descansadamente...
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