Si voy al norte, ¿dónde queda mi sur? ¿Acaso donde algún día estuve ignorando lo que era o el lugar donde redescubrí que nunca sabré quién soy?
Si voy al norte, ¿realmente me estará esperando un nuevo tiempo o sólo volveré a hallar el punto del que un día partí?
Si voy al norte, ¿me estará esperando tu voz callada y tu susurro de silencio o el desierto se mostrará imponente rodeado de oasis que no terminan?
Hoy me voy al norte, empaco los restos de este hemisferio que me dio cobijo y beso la tierra que sostuvo mis pasos, abrigo a mis tristezas y abono a mis alegrías.
Me voy al norte y quizás me pierda, pues decidí no cargar brújulas ni mapas, y dejar que el viento guíe mi mirada, detrás de la cual seguirá mi andar.
Me voy al norte con la esperanza anticipada y el miedo resguardado, sabiendo que no hay regreso, como nunca lo ha habido, así que espero hallar tus brazos extendidos y tus labios abiertos. Y si así no fuere, el viento hará el resto, y juntos trazaremos una nueva ruta para seguir explorando.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario