jueves, 29 de noviembre de 2007
En Reconstrucción.
Estoy en reconstrucción. Búscandome entre los restos de lo que quedó, pues aún mi alma se encuentra perdida entre los escombros.
martes, 20 de noviembre de 2007
Lo tuyo y lo mío.
Mi mano en tu mejilla
la otra en tu costado
mi costado arañado por tus uñas
tus pechos acariciados por mi deseo
tu deseo en mi boca
mi abdomen en la tuya
Tus labios en mi espalda
en la tuya mi sudor
Mi mirada en tus ojos
los tuyos en mi excitación
Mis dientes en tu cuello
y lamiendo el mío tu lengua
la mía entrando en tu oreja
la otra en tu costado
mi costado arañado por tus uñas
tus pechos acariciados por mi deseo
tu deseo en mi boca
mi abdomen en la tuya
Tus labios en mi espalda
en la tuya mi sudor
Mi mirada en tus ojos
los tuyos en mi excitación
Mis dientes en tu cuello
y lamiendo el mío tu lengua
la mía entrando en tu oreja
Entre tu humedad mis dedos
mi ansiedad entre los tuyos
y tu gemido en la quietud
Mi cadera entre la tuya
Tus manos en mis hombros
Mi inconsciencia en tu conciencia
tu inconsciencia en mi locura
Mi sexo en tu edén
el tuyo en mi paraíso
Mi éxtasis en tu respiración
en mis gritos tu orgasmo
Tu silencio en mi sonrisa
en la tuya un beso tierno
y alrededor de ambos
la quietud de esta noche
que no pertenece a nadie.
mi ansiedad entre los tuyos
y tu gemido en la quietud
Mi cadera entre la tuya
Tus manos en mis hombros
Mi inconsciencia en tu conciencia
tu inconsciencia en mi locura
Mi sexo en tu edén
el tuyo en mi paraíso
Mi éxtasis en tu respiración
en mis gritos tu orgasmo
Tu silencio en mi sonrisa
en la tuya un beso tierno
y alrededor de ambos
la quietud de esta noche
que no pertenece a nadie.
domingo, 18 de noviembre de 2007
La caída del muro.
Ayer la vi asomarse. Fue una mirada furtiva y breve, una mirada calladita. Pero su ojos se posaron en este espacio mio por vez primera. Al verse sorprendida su rostro se tornó del mismo color que el del atardecer descansando en aquel momento a sus espaldas. Y no logré distinguir si en sus labios fue una sonrisa o una mueca la que se dibujó.
En aquel momento me encontró de pie al centro de la habitación, con el torso y los pies desnudos, y el pudor con la guardia baja, reconociendo en el espejo el mapa de mi historia.
Hoy me encuentro de nuevo al centro de la habitación, pero mi desnudez es hoy absoluta pues tengo la confianza que vuelva a asomarse a mi espacio, pero en esta ocasión espero que su rubor venga acompañado de deseo. He preparado mi cuerpo para su llegada, el territorio está listo anticipando el recorrido de sus manos por mi geografía. Pero sobre todo he reservado el lugar en el que habrá de descansar su sonrisa, el hueco en el que guardaré la primera palabra de amor que su boca pronuncie y un recipiente para verter en él el suspiro que su cuerpo deje escapar al primer contacto con mi piel.
He preparado este encuentro con toda la historia que el día de ayer repasé ante el espejo. En mis brazos habrá de encontrar el silencio que necesita así como el alivio anhelado. Mis manos serán una guarida para sus lágrimas así como el espacio en que sus risas podrán desparramarse y sus labios podrán refugiarse.
Y en el umbral de la puerta puedo ver su silueta vestida de una primavera que habrá de marcar el final de mi invierno. Mi deshielo será alimento para todo el renacimiento de un nuevo relato que la brisa comienza a escribir al colarse entre su cabello.
Su mirada no es hoy furtiva ni breve... Es un mirar profundo con tono de ámbar y envuelta en curiosidad. Hoy distingo una sonrisa franca y perfectamente delineada en sus labios cuya carnosidad de carmín anticipo ya sobre los mios. Y mi desnudez hoy habrá de arroparse entre la piel color de otoño que comienza a llenar de un nuevo aroma el otrora espacio vacío cuyo centro ayer yo cubría de pie.
En aquel momento me encontró de pie al centro de la habitación, con el torso y los pies desnudos, y el pudor con la guardia baja, reconociendo en el espejo el mapa de mi historia.
Hoy me encuentro de nuevo al centro de la habitación, pero mi desnudez es hoy absoluta pues tengo la confianza que vuelva a asomarse a mi espacio, pero en esta ocasión espero que su rubor venga acompañado de deseo. He preparado mi cuerpo para su llegada, el territorio está listo anticipando el recorrido de sus manos por mi geografía. Pero sobre todo he reservado el lugar en el que habrá de descansar su sonrisa, el hueco en el que guardaré la primera palabra de amor que su boca pronuncie y un recipiente para verter en él el suspiro que su cuerpo deje escapar al primer contacto con mi piel.
He preparado este encuentro con toda la historia que el día de ayer repasé ante el espejo. En mis brazos habrá de encontrar el silencio que necesita así como el alivio anhelado. Mis manos serán una guarida para sus lágrimas así como el espacio en que sus risas podrán desparramarse y sus labios podrán refugiarse.
Y en el umbral de la puerta puedo ver su silueta vestida de una primavera que habrá de marcar el final de mi invierno. Mi deshielo será alimento para todo el renacimiento de un nuevo relato que la brisa comienza a escribir al colarse entre su cabello.
Su mirada no es hoy furtiva ni breve... Es un mirar profundo con tono de ámbar y envuelta en curiosidad. Hoy distingo una sonrisa franca y perfectamente delineada en sus labios cuya carnosidad de carmín anticipo ya sobre los mios. Y mi desnudez hoy habrá de arroparse entre la piel color de otoño que comienza a llenar de un nuevo aroma el otrora espacio vacío cuyo centro ayer yo cubría de pie.
jueves, 15 de noviembre de 2007
Madrugada sin desenlace.
Hoy la noche me sabe a tristeza, me sabe a su ausencia. A una falta de un estar que aún no logro definir, pues aún no tengo cierto hasta dónde deseo llegar, así como desconozco hasta dónde he llegado en ese espacio de su conciencia..
Me siento de una forma que no me gusta estar. Pienso en ella y pienso acerca de lo que hay entre los dos. Algo efímero, abrstracto incluso. Y más efímero aún pues en este momento desconozco su pensar y su sentir con respecto a mí. Intuyo una lejanía que se va pronunciando. Una lejanía que ha sido el tenor de estos últimos meses. Pero la sensación es cercana, pues está aquí en mi pecho. Me duele en el rostro y en las manos... Y ella, lejos.
¿Qué es lo que existe entre los dos? ¿Cómo llamar a estos breves momentos de haber estado en un estado de éxtasis a su lado? ¿Cómo nombro a este sentir que se despierta ante su falta de presencia en momentos que quisiera llenar con su sonrisa, su rostro, su cuerpo, su voz ? ¿Cómo defino este deseo de sentirla junto a mí y olerla y tomar su mano mientras la noche va tomando mis sueños? ¿Cómo traduzco aquel en quien me convierto cuando estoy a su lado?
Preguntas sin respuesta, o al menos sin aproximaciones aceptables en esta noche. Noche que se va transformando en madrugada y que en ésta percibo el espacio vacío que no logro llenar a no ser que tuviera en estos momentos la sensualidad que estará derrochando esta noche a la distancia...
Me siento de una forma que no me gusta estar. Pienso en ella y pienso acerca de lo que hay entre los dos. Algo efímero, abrstracto incluso. Y más efímero aún pues en este momento desconozco su pensar y su sentir con respecto a mí. Intuyo una lejanía que se va pronunciando. Una lejanía que ha sido el tenor de estos últimos meses. Pero la sensación es cercana, pues está aquí en mi pecho. Me duele en el rostro y en las manos... Y ella, lejos.
¿Qué es lo que existe entre los dos? ¿Cómo llamar a estos breves momentos de haber estado en un estado de éxtasis a su lado? ¿Cómo nombro a este sentir que se despierta ante su falta de presencia en momentos que quisiera llenar con su sonrisa, su rostro, su cuerpo, su voz ? ¿Cómo defino este deseo de sentirla junto a mí y olerla y tomar su mano mientras la noche va tomando mis sueños? ¿Cómo traduzco aquel en quien me convierto cuando estoy a su lado?
Preguntas sin respuesta, o al menos sin aproximaciones aceptables en esta noche. Noche que se va transformando en madrugada y que en ésta percibo el espacio vacío que no logro llenar a no ser que tuviera en estos momentos la sensualidad que estará derrochando esta noche a la distancia...
lunes, 12 de noviembre de 2007
Entre la medianoche y el mar,
Con el correr de las últimas horas me he descubierto en lugares distintos. Es una nueva geografía de lugares comunes. Mi cambio no podrías verlo en un mapa. No podrías percibirlo si me mirases desde la misma ventana desde la que ayer volteaste la mirada, pues me hallarías de pie en el mismo lugar que ayer mi soñar deshojaba. Pero esta nueva geografía podrías percibirla si me mirases de frente, cerquita y despacio.
Hallarías que la disposición de mi mundo es hoy diferente. Podrías descubrirlo si escudriñaras mis ojos, pues en ellos está presente una profundidad antes no evidente. Y es que hoy mis ojos miran el mar al que mi imaginación te ha llevado. Ese mar en que te he raptado, para imaginarme por un instante que tu vida corre paralela a la mía, que mis aguas nadan ente las tuyas, que no hay distancias ni diferencias; que te acaricio con la arena que mi oleaje lleva hasta tu playa, que en tu playa soy recibido y te beso y te lamo, te acaricio y me dejo absorver por cada poro de tu piel que descansa sedienta aguardando la humedad de mi cuerpo.
Mi geografía ha cambiado pues te he tenido una noche completa conmigo, cubriendote con el cielo de mi deseo, con la suavidad de mi ternura, con la ansiedad de esta espera que se ha hecho eterna...
Hallarías que la disposición de mi mundo es hoy diferente. Podrías descubrirlo si escudriñaras mis ojos, pues en ellos está presente una profundidad antes no evidente. Y es que hoy mis ojos miran el mar al que mi imaginación te ha llevado. Ese mar en que te he raptado, para imaginarme por un instante que tu vida corre paralela a la mía, que mis aguas nadan ente las tuyas, que no hay distancias ni diferencias; que te acaricio con la arena que mi oleaje lleva hasta tu playa, que en tu playa soy recibido y te beso y te lamo, te acaricio y me dejo absorver por cada poro de tu piel que descansa sedienta aguardando la humedad de mi cuerpo.
Mi geografía ha cambiado pues te he tenido una noche completa conmigo, cubriendote con el cielo de mi deseo, con la suavidad de mi ternura, con la ansiedad de esta espera que se ha hecho eterna...
domingo, 11 de noviembre de 2007
De tu belleza.
Me desperté, envuelto de desnudez e inundado por tu recuerdo, atando aquellos trozos de sueño resultado del naufragio de mi despertar.
Repasé las posibilidades de tu ausencia y tu presencia. De la primera, la esencia perdida que quiero explorar y descubrir. De tu presencia, lo breves tesoros acumuladosque voy guradando en el bolsillo con tu nombre.
Es en mi bolsillo donde cargo el rostro de tu belleza, formado por los momentos, palabras, olores, fantasías y rastros de piel y saliva que has dejado clavados en mi ser. La belleza tiene nombre y rostro..., y siempre tienen sabor a ti.
Repasé las posibilidades de tu ausencia y tu presencia. De la primera, la esencia perdida que quiero explorar y descubrir. De tu presencia, lo breves tesoros acumuladosque voy guradando en el bolsillo con tu nombre.
Es en mi bolsillo donde cargo el rostro de tu belleza, formado por los momentos, palabras, olores, fantasías y rastros de piel y saliva que has dejado clavados en mi ser. La belleza tiene nombre y rostro..., y siempre tienen sabor a ti.
jueves, 8 de noviembre de 2007
Espacios que si y que no
El concepto de espacio es sólo una idea, inclusive una fantasía.
Existen espacios entre tú y yo. Los hay insalvables, los hay complicados, los hay imaginarios.
Espacios de distancia, los hay, pero podrían ser fácilmente salvables si tan sólo decidiera ir hacia donde tú estas. Mero formalismo. Espacio que puede disolverse.
Espacios de tiempo... Aquí comienzan a surgir las dificultades. Falta de sincronicidad. Tiempos que no coinciden y que si lo hacen, son sólo breves instantes de encuentro. Cachitos de tiempo que se convierten en pequeños pedazos de recuerdo que voy completando con trozos de imaginación, con trozos vividos en mi cuerpo y mi mente, pero fuera de tu espacio...
Espacios de intimidad. Son estos los que más ansío. Y que cuando han aparecido han bastado para llenar la inmensidad... Ironía es que un instante llene a la inmensidad, quizás uno no sea instante o el otro inmensidad. Todo es relativo, pues al final es el significado y no el hecho lo que trasciende en la conciencia. y hoy te significo como la inmensidad de instantes acumulados y pegados por toda la extensión de mi piel; inundando el área que mi alma ocupa; llenando el silencio que mi mente no logra alcanzar ante la presencia de tu ser.
El espacio es, como te dije al principio, sólo una idea. Hoy estás aquí simplemente porque te estoy pensando, porque aspiro tu aroma de tan sólo remembrarlo, porque en mis manos la memoria de tu piel se vuelve a hacer patente. No hay espacio entre tú y yo aunque lejana te encuentres. Y sin embargo el espacio está presente..., pues no estás aquí.
Existen espacios entre tú y yo. Los hay insalvables, los hay complicados, los hay imaginarios.
Espacios de distancia, los hay, pero podrían ser fácilmente salvables si tan sólo decidiera ir hacia donde tú estas. Mero formalismo. Espacio que puede disolverse.
Espacios de tiempo... Aquí comienzan a surgir las dificultades. Falta de sincronicidad. Tiempos que no coinciden y que si lo hacen, son sólo breves instantes de encuentro. Cachitos de tiempo que se convierten en pequeños pedazos de recuerdo que voy completando con trozos de imaginación, con trozos vividos en mi cuerpo y mi mente, pero fuera de tu espacio...
Espacios de intimidad. Son estos los que más ansío. Y que cuando han aparecido han bastado para llenar la inmensidad... Ironía es que un instante llene a la inmensidad, quizás uno no sea instante o el otro inmensidad. Todo es relativo, pues al final es el significado y no el hecho lo que trasciende en la conciencia. y hoy te significo como la inmensidad de instantes acumulados y pegados por toda la extensión de mi piel; inundando el área que mi alma ocupa; llenando el silencio que mi mente no logra alcanzar ante la presencia de tu ser.
El espacio es, como te dije al principio, sólo una idea. Hoy estás aquí simplemente porque te estoy pensando, porque aspiro tu aroma de tan sólo remembrarlo, porque en mis manos la memoria de tu piel se vuelve a hacer patente. No hay espacio entre tú y yo aunque lejana te encuentres. Y sin embargo el espacio está presente..., pues no estás aquí.
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