lunes, 12 de noviembre de 2007

Entre la medianoche y el mar,

Con el correr de las últimas horas me he descubierto en lugares distintos. Es una nueva geografía de lugares comunes. Mi cambio no podrías verlo en un mapa. No podrías percibirlo si me mirases desde la misma ventana desde la que ayer volteaste la mirada, pues me hallarías de pie en el mismo lugar que ayer mi soñar deshojaba. Pero esta nueva geografía podrías percibirla si me mirases de frente, cerquita y despacio.
Hallarías que la disposición de mi mundo es hoy diferente. Podrías descubrirlo si escudriñaras mis ojos, pues en ellos está presente una profundidad antes no evidente. Y es que hoy mis ojos miran el mar al que mi imaginación te ha llevado. Ese mar en que te he raptado, para imaginarme por un instante que tu vida corre paralela a la mía, que mis aguas nadan ente las tuyas, que no hay distancias ni diferencias; que te acaricio con la arena que mi oleaje lleva hasta tu playa, que en tu playa soy recibido y te beso y te lamo, te acaricio y me dejo absorver por cada poro de tu piel que descansa sedienta aguardando la humedad de mi cuerpo.
Mi geografía ha cambiado pues te he tenido una noche completa conmigo, cubriendote con el cielo de mi deseo, con la suavidad de mi ternura, con la ansiedad de esta espera que se ha hecho eterna...

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