sábado, 30 de diciembre de 2017

Contrasentido

Tú y yo, ironía. No estás conmigo pero no puedo estar sin ti. Eres la falla en mi geografía. Una asincronía en mi tiempo. La nota que no encuentro en mi melodía.
Eres aquello que no debiera ser y sin embargo necesito.
Eres el espacio que mis manos anhelan. Eres todo lo que no tengo y aún así estás siempre presente. Mi primer pensamiento en mis despertares eres tú justo cuando más ausente te encuentras. Mientras más lejos te encuentras más profunda estás en mi piel.
Y a veces quisiera ya olvidarte, para darme cuenta que al desearlo te conviertes en el personaje principal de mis sueños.
Tú y yo, ironía. Contradicción, anti-lógica, paradoja, sarcasmo de la vida. Te pienso y sólo quisiera conquistar tu territorio con esta mezcla de furia y ternura que carcome mis días... Pero no tengo nada más que un sinsentido de recuerdos, sensaciones y emociones a los que no logro dar cauce y se desbordan sin rumbo definido, perdiéndose en su devenir.
Pasan los días, cada uno inicia con la esperanza de volverte a ver y muere con la cruda realidad de una ausencia que me hace solo mirar tus recuerdos a la distancia.
Eres una promesa no cumplida pero que continúa vigente. Un vacío lleno de desencuentros. Silencios que me gritan tu nombre y arañan mi espalda.
Eres aquello que no debió ser y que sin embargo hoy existe por encima de cualquier sensatez y cordura.
Dónde te encuentro más que en la memoria de mis manos y de mis labios. No puedo hallarte si no es en el rastro dejado por el aroma de tu cabello. Estás en las huellas invisibles que tus dedos dibujaron en mi rostro cuando me tomaban para besarme. Es decir, estás por todas partes menos aquí en mi lecho en donde poderte tener para ser mi primera visión al despertar.
Realidad contra anhelo. Una realidad que me abofetea con toda su fuerza desvaneciendo todos mis sueños acerca de ti y de mí. Enamorado y perdido. Ternura que choca de frente con la falta de ti. Deseo que quema mi ser y cuyo bálsamo sólo está, irónicamente, en el fuego de tu cuerpo.
Y aún así, me encuentro aquí, sin poder conciliar el sueño, aullando por que puedas escucharme desde mi desesperado insomnio...

viernes, 8 de diciembre de 2017

Inquilina

Estás aquí.
Casi siempre y de muchas formas.
Cuando digo que estás aquí, me refiero a que tu presencia es casi palpable.
Es casi poder percibir tu aroma.
Es saberte.
Es pensarte.
Es soñarte.
Es saber que necesito que estés aquí.
Quizás para creer que yo estoy también en ti.
Y de ti siempre está el recuerdo de tus ojos.
Esos ojos que al mirarme eran como una caricia que recorría todo mi cuerpo.
Esos ojos que me atrapaban con sólo insinuarse.
Esos ojos en los que me gustaba quedarme hasta que tu mirada se desviara.
Ojos que en ocasiones me miraban con ternura. En otras con alegría y a veces con deseo.
Extraño tanto tus ojos. El mirarlos y saberme parte de ellos..., parte de ti.
Estás aquí.
Ocupas en mí un espacio.
No sólo un espacio figurado, no, pues el espacio que ocupas es físico.
Es un espacio justo debajo de mi cuello, detrás del esternón.
Un espacio que en ciertos días aprieta y en otros se expande.
Un espacio que la más de las veces produce calor y cosquillas, pero que también puede causarme frío.
Estás aquí.
En la memoria de mis manos.
En esa sensación de tomar tus manos y acariciarlas.
En esa magia de tomar tu rostro y tus labios y recorrerlos.
Estás en esa sensación que vive en mis dedos cuando han recorrido tu piel.
En el recuerdo de haberse internado en tu más profunda intimidad.
Estás aquí.
En mi boca y en los sabores que dejabas en ella al besarnos.
En mis labios y en la presión al juntarse a los tuyos y la sensación de tus dientes mordiéndolos.
En la memoria de tu lengua jugando con ellos.
Estás aquí.
De muchas formas.
En muchos momentos.
De muchos sabores.
De tantos recuerdos.
Estás aquí.
Con el aroma de tu cuerpo.
Con esa esencia que te pertenece.
Con esa particular nota que se desprende de tu cabello.
Estás aquí. Siempre aquí.
Cierro los ojos y casi puedo tocarte.
Estás aquí.
Siempre aquí...
Y por favor..., nunca te vayas.

jueves, 2 de noviembre de 2017

Cuando la locura nos alcanzó...

Hola loquita. Es todo muy confuso y me cuesta trabajo poner orden en lo que pienso y siento, quizás porque cuando sentir y pensar se juntan a veces no están en la misma sintonía.
No quiero hacer de esto una carta de despedida, pero en el fondo tal vez lo es. Quizás sea más bien como una carta de salvación lanzada al mar dentro de una botella, pues no sé si llegara al lugar al que quiero.
Me siento muy confundido y con una mezcla de emociones de estos últimos días, momentos muy complicados e incómodos. Literalmente las últimas semanas he sentido cómo se ha instalado un muro a tu alrededor. Un muro invisible. Por lo mismo puedes decir que no existe, pero al quererme acercar a ti, me golpeo con él y te miro desde la distancia, con tu misma sonrisa y con esa actitud de que todo está bien, pero cada intento mío por tocarte me es imposible y de tanto toparme con ese muro comienza a doler, sobre todo en el corazón.
No tengo la certeza, pues sólo la tendría si me lo dijeras, pero hay mil y un pistas que has enviado de que has decidido tomar distancia de mí. No me lo has dicho, pero detalles como la falta de un "te quiero", "te deseo" o "te necesito" o hasta tonterías de que ya no recibo "panditas con corazones", me hacen sentir descontrolado, triste, enojado, desconcertado y cada día voy perdiendo la esperanza de seguir ocupando el lugar que tenía en ti.
La otra vez dijiste una frase como de "pues somos amigos, ¿no?", y me hizo sentir como en tiempos de la secundaria cuando te mandaban al carajo con el elegante "pero seguimos siendo amigos". Amigos lo hemos sido. De hecho sabes de mí cosas que nadie más sabe, me conoces en facetas que nadie más lo hace y tengo en ti una confianza como en nadie más. Quizás fuimos amigos incluso antes de que me enamora de ti... El problema es que cuando me enamoré de ti instalé un software all-in-one, que incluía la funcionalidad amigo, pero también la de confidente, la de amante, la de novio y varias otras free adds. Hoy cuando quiero utilizar el modo "sólo amigo", el software se vuelve loco, se desconfigura y comienza a hacer pendejadas.
Creo que entiendes a que me refiero...
Te quiero. Te quiero de una forma que llegó al nivel de amor. Nunca pensé que ese primer beso podría transformarse en algo tan fuerte, intenso, especial y hermoso como en lo que finalmente se convirtió. Me has hecho sentir emociones, sentimientos y pasiones que no había tenido oportunidad de conocer, y mira que a mi edad conocer algo nuevo ya no es tan sencillo.
Literalmente veniste a voltear mi mundo de cabeza y yo con toda la ingenuidad que aún me quedaba, me dejé ir, sin protección ni medidas de seguridad. Cuestión de personalidad. No sé vivir esto del amor de otra manera.
Pero el problema es que hoy todo esto que siento ya no tiene salida. Es un bomba y como tal en los últimos días me ha estado lastimando. Tuve tres o cuatro días de una rabia irracional en la que dos o tres veces estuve a punto de lanzarme a los golpes, pero también he sentido una tristeza que hace mucho tiempo no me acompañaba. Es una sensación como si mi día fuera gris aunque afuera haya sol y no poder abrir la ventana para que éste entre en mi habitación.
No me lo has dicho, como creo que hay otras cosas que tampoco has hecho. Como interpreto todo es que has decidido tomar distancia y que en ti ya no ocupo ese lugar que quizás algún día tuve. No me lo dices pero lo siento. Lo siento en tu voz, en el tiempo que dedicas a mí, en tu energía, en lo que dices pero sobre todo en lo que no.
Por ello estos últimos días tomé distancia, en particular para ver si hacías algo diferente, pero comienzo a pensar que esa distancia te viene cómoda y hasta adecuada. Me da la impresión de que sigues en comunicación conmigo sólo porque yo te busco, pero que si dejo de hacerlo, podemos dejar de hablar por un mes sin que para ti sea un problema.

Me hubiera gustado que lo hubieras hablado conmigo, sin duda, pero tampoco puedo forzarte a hacer algo que no quieres o que no estás lista para hacer. Quizás tu táctica sea de disuasión a través de la instalación de la distancia y la indiferencia.
Yo no estoy listo para separarme de ti, pero hace tiempo que he comenzado a verlo como una medida de supervivencia. No estoy listo para dejarte de querer. No estoy listo para ya no verte. No estoy listo para deshacer ese mundo particular que habíamos construido lleno de confidencias, de momentos, de risas y bromas, de fuego, de cariño y éxtasis. Pero quedarme ahí es también un suicidio.
Quizás estas palabras sean una última esperanza, aunque también son mi manera de dejar que el sentido común comience a entrar en mi loca cabeza.
Entenderé que si después de estas palabras continúa tu distancia, tu decisión de alejarte es un hecho.
Como lo dije antes, me hubiera gustado que me lo dijeras y que no te envolvieras en ese caparazón inexpugnable. Me hubiera gustado abrazarte y hacerte sentir lo que vibra en mí, ese cariño especial y esa pasión desbordada. Me hubiera gustado besarte y transmitirte ese amor que hay en mí por ti. Me hubiera gustado hacerte el amor y recordarte ese éxtasis que se apodera de nosotros cuando estamos solos, desnudos, amándonos.
Me hubieran gustado tantas cosas, pero pues "hay lo que hay". Y eso que hay en ti lo desconozco.
Desconozco si tú amor por mí se enfrió, si te cansaste de mí, si algo pasó en ti, si estás retomando tu relación... Y hay muchos "sis" con los que estoy enloqueciendo. Y sí, aún puedo estar más loquito.
Loquita. Mi loquita tan loquita.
Espero saber algo de ti. Y si no lo sé, también es una manera de saberlo, pero más sujeta a interpretación.
Bueno, esto es lo que pienso y siento y aquí dejo asentado.
Te quiero, desde Caminero hasta Pantitlán en metrobús en hora pico.

sábado, 26 de agosto de 2017

Porqué las flores

Por el tiempo que ha sido
Por el que aún pueda ser
Por tu sonrisa irremplazable
Por tus desplantes de vez en vez
Por las huellas que has dejado en el territorio de mi piel
Por los momentos acumulados que hoy son un tesoro de recuerdos
Por los ratos juntos, por mi callada espera, por tu franqueza
Porque has estado
Porque quizás no estés más
Por que nunca te vayas
Por tus manos
Por tus labios
Porque siempre has sido un misterio
Porque no te quiero perder
Por esa piel que es como una droga
Por esa risa corta y traviesa
Por los miles de suspiros que tienes a diario
Por tu cabello oscuro que me cubre al hacer el amor
Por una amistad tan especial
Por los cafés
Porque te gusta el sushi
Por aquel primer beso
Por el último hasta hoy
Porque has estado ahí
Porque no has estado lo que quisiera
Porque mi vida es distinta desde tu llegada
Porque eres
Porque soy
Por las historias que hemos hilado juntos
Por las que nos falta seguir tejiendo
Por los momentos que nunca serán
Porque me haces falta
Porque te extraño
Porque te tengo y no
Porque no te tengo y si
Por los viajes al cielo
Por las caídas a tierra
Por tu manos
Y también por tus uñas
Porque callas
Porque dices la verdad
Por la confianza
Por las pocas noches
Por las locuras
Por tanta cordura
Por tu intensidad
Por esa mesura
Por el sudor que me has provocado
Por la ansiedad de cada fin de semana
Por la alegría de verte cada lunes
Por las lágrimas que me has dejado acompañarte
Por las risas que te he arrancado
Por el éxtasis que se ha escapado de tus labios
Y el placer que has despertado de mi centro
Porque si te vas a dónde iré
Porque si te quedas me bendices
Porque te quiero
Porque te amo
Porque te deseo
Porque te necesito
Porque eres mi paraíso
Pero igual mi infierno
Porque eres todo
Por esto que hoy siento
Porque te mereces estas flores y más
Por el pasado
Por el presente
Pero sobre todo por el futuro
... el cual sólo pido me atrape muy cerca de ti.

lunes, 6 de marzo de 2017

Ese lugar de ti en mí.

Aquí estamos... A más de un año de nuestro primer beso; de nuestro primer encuentro piel a piel y de nuestro descubrimiento uno del otro en intimidad y secreto. Aquí estamos y yo más confundido que nunca, más sumergido en ti que nunca, por no decir que más enamorado de ti que nunca.
Eres una presencia permanente: en mis pensamientos; en mis deseos; en mi necesidad de ternura y calma; en mis manos que te buscan para recrear esa pasión que sólo he encontrado en ti. Porque es a partir de ti que descubro nuevas maneras de sentirme y experimentarme. Es a partir de ti que encuentro una nueva manera de expresar mi pasión, de descubrirme más sensual y entregado, más completo.
Es una dualidad de experiencias en el día a día. Desde la alegría desbordada que me inunda los lunes al verte llegar después de un fin de semana de distancia y silencio, hasta el dolor de los viernes por a noche cuando debo colgar el teléfono sabiendo que dos días no sabré de ti.
En ti vivo la dicha y la confusión; la ternura; el delirio; la explosión y la represión de mis deseos. En ti me encuentro y en ti me fragmento. En ti me he encontrado pero irónicamente también me he perdido.
Contigo el tiempo danza a un ritmo de emoción y deleite. Cada instante que puedo mirarte o intercambiar palabras y momentos, alimentan mi día. 
Te extraño cuando no estás conmigo. Es un dolor punzante en mi pecho de no tenerte cerca, de no poder al menos escuchar tu voz con ese tono y cadencia que llena de sonrisas mi rostro. Es saberte compartida de manera desproporcionada. 
Y sin embargo entiendo que al menos en este momento, esa es la realidad que he elegido y lo acepto, pues prefiero ello a no tenerte. 
Has cimbrado mis cimientos y te has instalado en el día a día de mi vida. Formas parte de mi respiración y de mis estremecimientos, así como de los sabores que inundan mi boca. Eres recuerdo que se vuelve realidad cada vez que te traigo a mi conciencia y puedo sentir tus labios y tu lengua danzando en la mía; puedo recordar la sensación de la piel de tu espalda; puedo remembrar el aroma de tu cabello como si en ese momento estuviera hundiendo mi rostro en él.
Hay tantos momentos en que ansío un abrazo tuyo. Esa sensación de tener tu rostro recargado en mi pecho y mis brazos envolviéndote, sintiendo el movimiento de tu cuerpo en cada respiración y esa ternura que me inunda junto con la certeza de saberte mía por ese instante, junto con ese deseo de quererme fundir contigo y perdernos en un solo cuerpo. 
Hoy aquí estamos... Aquí estoy, aquí estás. Cada quien conoce sus coordenadas. 
Y siempre hay una pregunta constante en mí. Siempre quiero descubrir el lugar que ocupo en ti. Es esa necesidad de saber en el cuadro de tu vida como me identificas, si como un color, como un trazo, como la paleta de colores o si como el propio lienzo. Si como el pincel que va dejando su huella o como si la mano que lo guía. Si como el tema o como la inspiración.
Y con esa duda hoy te dejo, llevándome conmigo el sabor del último beso que nos dimos.

viernes, 18 de noviembre de 2016

Acerca del devenir, acerca de ti, acerca de mí.

Vivir es transitar por un constante. Nada permanece intacto. Nada de mantiene en el mismo lugar.  Incluye paisajes, rostros, estaciones, amigos..., y por supuesto sentimientos.
Los sentimentos son físicos. Habitan el cuerpo. Recorren la piel, los músculos, la sangre. Se alojan en el pecho con un suspiro, en las manos,  en el estómago con temor, en el rostro que se sonroja y en los dedos que se crispan de rabia.
Y las emociones pueden también proyectarse en acciones: el deseo de un abrazo; la furia en un grito, la ternura en un beso... Y son las acciones las que generan que dos personas se encuentren y de esos encuentros surjan consecuencias, que puede ser por ejemplo unas relación de pareja, una pelea en la calle, un amistad de años...
Las emociones del otro pueden sentirse. Puede sentirse el amor, el odio, la tristeza o la alegría del otro. Las emociones son por sí mismas señales que se envían hacia el otro y que provocan reacciones: el deseo de acercarse o alejarse; de cuidar; de acompañar.
Y aquí es donde entras tú, pues he sido testigo de tus emociones y de lo que ellas provocan. He sido depositario de tu amor mediante besos y caricias. He sido depositario también de tu alegría con tus palabras y risas. He probado en estos últimos meses a lo que saben tus emociones...
Y lo que hoy me trae aquí y retomando el inicio de esta reflexión es que el sabor de tus emociones hacia mí está cambiando. De forma muy suave pero constante. Y como dije antes, puedo sentir tus emociones y puedo sentir el matiz distinto que están tomando. Su calor se está apagando, su color se está opacando.
Quizás tú no te hayas dado cuenta o no quieras notarlo, pero está pasando. Ya no siento esa mirada que me hacía perder la razón, así como tampoco el tono de voz que se convertía en temblor en mi piel.
Podría incluso decir que siento que quieres alejarte, tomar más distancia de la que anteriormente buscabas conmigo. Que tus suspiros cuando me miras ya no son igual de profundos y tu sonrisa al encontrarme es más corta. Y tus labios ya no están apurados por decir "te quiero" ni veo esa prisa por estar cerca de mi.
Y quizás quieras negarlo pero tus acciones hablan por ti y mi alma y mi corazón pueden descifrar tu verdadero sentir. Pero es difícil ocultar cuando un hielo comienza a derretirse.
Pero todo forma parte de esa constante de la que platiqué al inicio y quizás lo único que deseo saber de ti es que me confirmes si así es o sólo son inventos de mi enamorada alma que simplemente busca no dejar de habitar en el lugar más profundo de tu corazón.

domingo, 17 de abril de 2016

Masticando las horas

Tu distancia es un vacío en mi pecho. Es un dolor constante que no ceja hasta el momento de volverte a ver.
Es estar sumido sólo en tus recuerdos pero recuerdos que no puedo tocar ni oler. Son recuerdos que me mantienen pero que duelen.
Es saber que no hay manera de estar juntos de la manera que quisiera. Es saber que tengo de ti sólo instantes, pero que esos instantes iluminan mi presente. Son rendía de luz que dan otro sentido a mi existir.
Y lo acepto. Acepto tenerte de esa forma pues no se extingue la esperanza de un día poder estar juntos de la manera que anhelo. Que seas mi mujer y yo tu hombre. Que compartamos un proyecto de vida, que durmamos en la misma cama, que tú rostro pueda ser lo primero que me encuentre al abrir los ojos.
Mientras tanto aprendo a manejar este dolor y estos celos que me carcomen por dentro, pero que se convierten en dicha en el momento en que vuelvo a tener tu mirada sobre la mía.
Y la única esperanza de la que me sujeto es que todas estas horas esté yo en tu mente y en tus deseos; en mi egoísmo espero que cuando lo estés amando, cierres los ojos y sea a mí a quien mires y sientas.
Y en tanto el día se agota, tomó fuerza para mantenerme cuerdo en espera de ese momento en que podré mirarte de nuevo, abrazarte sintiendo tu cuerpo y aspirar tu inconfundible aroma...

miércoles, 13 de abril de 2016

Tu llegada

¿Qué hacer cuando encuentras lo que siempre habías estado buscando en una mujer?
¿Qué hacer cuando además te enamoras de esa mujer?
¿Qué más puedes esperar si ella se enamora también de ti?
Y al tocarla sientes temblar el mundo a tu alrededor y al mirarla es como si el universo entero se disolviera ante ti...
Y al escuchar su voz tu cuerpo pierde la calma, tus labios tiemblan y el estómago se hunde en un agujero...
Y cuando la besas todo desaparece y sólo existe ella ante ti...
Y al abrazarla no necesitas nada más que ese contacto...
Y al recostarte a su lado el tiempo pierde dimensión...
Y al estar unido a su cuerpo descubres una nueva faceta de la felicidad...

¿Pero qué hacer si esa mujer perfecta llega en el momento inadecuado?
¿Qué hacer si tú, mujer perfecta, le diste un vuelco a mi vida de tal manera que ya no hay marcha atrás puesto que he dejado de ser el que era antes?

domingo, 3 de abril de 2016

Esta noche de silencio

Tanta distancia es simplemente devastadora. Es sentir que me falta una parte de mí. Es sentirme sin ti.
Ha sido como haber generado un abismo en el centro de mi pecho. Haber roto una esperanza que me mantenía entero.
Esa incertidumbre de no saber cómo será ese volver a estar contigo al vernos de nuevo, de cómo será tu mirada, de si habrá ese cariño que brillaba entre nosotros al mirar tus ojos, de si tu piel se sentirá encendida al sentirme cerca, o si por el contrario seré sólo una presencia cotidiana más.
Me mata este lugar de no saberte... Me lastima no sentirte y no poder encontrar hoy esa confidencia que nos unía...
Y sobre todo, me mata saber que esta noche estarás amándolo como yo quisiera poder amarte. Siento una daga en el pecho que me quema y me lastima.
Y me descubro sintiendo un cariño por ti con el que no sé qué hacer esta noche, pues te extraño y te necesito pero no hallo manera de acercarme a ti o al menos poder escuchar tu voz.
Y tendré que dormir con este hueco de incertidumbre que lleva tu nombre, tu voz y tus labios. Y de mis labios sólo escurre un susurro que dice te amo...

viernes, 11 de marzo de 2016

Just stay!

Hoy quiero que te quedes...
Que en tus mañanas permanezcas junto a mí,
Que tus mañanas sean nuestros.
Que tu risa esté al alcance de mi mano,
Que tus ojos puedan asomarse todas mis mañanas,
Que tu boca esté ahí, para hablarme
y besarme
y susurrarme al oído
Que tus manos calmen mis temblores
Que me rocen y estremezcan
Que me sostengan cuando haga falta,
y me den espacio cuando lo requiera
Que tu calidez me arrope
Que derrita mis días fríos
Y que alimente los días soleados
Quédate en el lugar que tengo para ti
En ese espacio calientito en mi corazón
En la palma de mis manos
En el reflejo de mis ojos
En los sabores de mi boca
En los aromas que me acompañan...
Pero quédate pues hoy ya no me imagino sin ti
Hoy ya no sería el mismo sin tu presencia
Y me gusta el que soy desde tu llegada
Desde que en mi conciencia me robaste la calma...

martes, 22 de enero de 2008

Pen-san-do

He estado pensándola. La pienso a color, con aromas y sabores, y más que pensarla es además sentirla.
He estado pensándola, y al pensarla me acompaña ese dolorcito de atardecer, suavecito pero constante, justo en el espacio entre mi pecho y mi garganta.
He estado pensándola. Con el rostro iluminado con una sonrisa, esa sonrisa que hace que sus ojos sonrían a la par. Esos ojos que al mirarme me transportan..., me transforman.
He estado pensándola..., de cuerpo entero, a veces vestida pero mejor desnuda. Esa desnudez que se adueñó de mi tranquilidad. esa desnudez que a su vez me desnuda el alma y arropa mi espíritu.
He estado pensándola. Beso su recuerdo, la imágen de sus labios, la silueta que dibujo en el aire con mis manos. Manos que necesitan encontrar las suyas.
He estado pensándola aunque a veces quisiera olvidarla. Olvidar que un día su piel, sus ojos, sus labios, su voz, su cabello, sus pecas, sus gemidos, su respirar, su aroma y su pensamiento estuvieron tendidos a mi lado.
Olvidar cómo la miraba dormida, en perfecta desnudez, a diez centímetros de mi piel.
Olvidar cómo la miraba con una sonrisa dibujada en mi rostro y un suspiro cruzando mi pecho.
Pero recuerdo y por ende deduzco que no la he olvidado y así pensándola despido al día y saludo a la vida que se abre ante mí.

lunes, 10 de diciembre de 2007

Reencuentro.

Tu presencia, desconcierto.
Mi atención, en alerta.
Tu aroma, un aviso.
Tu rostro, más que un gesto.
En mi piel, escalofrío.
El silencio, instante eterno.
Tu silueta, mi pecado.
Tu pecado, mi alimento.
En tu voz, sugerencia.
En tu nombre, el universo.
Mi mirada, paz sedienta.
Un segundo, aprehensión.
En mis brazos, cuerpo ausente.
En tu boca, soledad.
Tu sabor, novedad.
Cercanía, agonía .
Encontrarte, mi extravío.
Piel desnuda, claridad.
Tu sonrisa, desafío.
Mi memoria, obsolescencia.
El presente, renacer.
La distancia, imposible.
En tus ojos, claridad.
Nuestros tiempos, coordinados.
Un encuentro..., despertar.

domingo, 9 de diciembre de 2007

Transición

Si en este momento me transformara en palabras, sería la redacción de una paradoja.
Si fuese un signo, sería el de una gran interrogación.
Si me convirtiese en camino, sería una intersección. Si geografía, precipicio.
Pero si hoy fuese una persona distinta, sería tú, encontrándote conmigo en este primer beso que bien pudiera ser el último.
Si tú fueses error, irónicamente serías mi mayor acierto, pues mi piel siempre podrá cicatrizarse y prepararse de nuevo para otras caricias. Y prefiero ser el portador de cicatrices que de posibilidades que nunca alcanzaron a dibujarse.
Pues hoy estoy ante la disyuntiva de abrir mi camisa y exponer a tu aliento mi pecho desnudo y que el viento de tu piel me recuerde que estoy vivo para volver a abrir el tesoro que guardo en mi pecho, o por el contrario ignorar que hay otras bocas, nuevos ojos, una nueva piel y con ellos otros sueños..., nuevas historias que comienzan a redactar su prólogo, con la tinta fresca que mis labios dejan escurrir esta noche entre tus poros.

viernes, 7 de diciembre de 2007

Amnesia

Mi rostro es hoy espejo del júbilo y dolor del mundo.
Mi pecho es el crisol en el que se funden los rezos y gritos de los ausentes y de aquellos cuya voz aún no se extingue.
Mi mirada abarca resplandor y oscuridad y en el camino descubro nuevos colores y diferentes gamas de penumbra.
Mi esperanza es del tamaño de una nuez y mi fe de la extensión de un continente. Mis miedos me inmovilizan y el amor me transforma en llama que purifica.
Quiero detener esta búsqueda de la respuesta que aclare en mí todas las dudas e inquietudes que alargan mis desvelos y a la vez ser explorador de la verdad cuya voz expresa las mentiras escondidas en la historia de la humanidad.
Levanto el vuelo, de antemano sin la guía del destino escrito por los dedos de la eternidad y mi ayer se convierte en el lastre que detiene mi despegue y a la vez me brinda la noción de los que hasta hoy he sido. Me coloco las alas de la inmensidad de las posibilidades de mi ser y me dejo perder en la amnesia de la idea que hasta este día he tenido de mí.
En el espejo roto mi rostro me desconoce y en su resquebrajarse no logro distinguir las lágrimas que se deslizan por mis mejillas y me voy con la idea de haber estado sonriendo con cuya imprensión mi boca se muestra al mundo.
Regresé al mismo lugar mas sin la noción de que así era, por lo que mi conciencia es la de un niño recién nacido, sin imágen de quién es y sin los temores y distorsiones ante el universo que desfila a mi alrededor.
Y es con una sonrisa que cierro los ojos en el lecho del renacimiento que me espera. Duermo para olvidar los últimos residuos de lo que llegué a ser. Mañana despertaré, quizás. Y si lo hago miraré con nuevos ojos para volver a conocer todo lo que mi memoria creía saber. Pues esta noche olvidaré.

miércoles, 5 de diciembre de 2007

Regreso a casa

Es momento de izar velas. Hoy el viento sopla en dirección al lugar que me vio nacer y necesito descansar esta noche en el lecho de mi propia reflexión, pues mañana al despertar habré de quitar la hierba del campo y comenzar a arar para preparar el próximo sembradío, pues con la llegada del otoño me espera la mejor cosecha de esta década.
Me fumo el último cigarrillo y que la brisa del olvido se lleve el humo lejos. La ventana está abierta y mi mirada desafiante hacia el horizonte.

lunes, 3 de diciembre de 2007

De la amistad: Entre lo correcto y lo imperfecto.

Ser tocado por alguien en algún momento de la vida es un evento que adquiere un lugar relevante en la historia personal. Y no me refiero al toque físico de una mano, o al menos no simplemente a eso. Me refiero a ser tocado como algo mucho más complejo, más el concepto de "to be touched" que en el idioma inglés tiene una acepción de mayor profundidad y cercanía a lo que quiero expresar.
Me refiero a ser tocado y ser transformado después de que alguien pasó o mejor dicho, atravesó "por entre" tu vida... Por ponerlo en metáfora es como una geografía que no ha cambiado y sin embargo el paisaje es distinto.
En este caso hablo de mi vida, mi vida que ha sido tocada, sacudida, acariciada y transformada por esa repentina aparición en escena que has escenificado estos últimos meses. Y quizás tú misma no tengas conciencia de lo que tu vida en mi vida ha significado. Quizás no sepas que haberme tocado arrancó capas de mi ser. Quizás no sepas que me quedé expuesto, pero también con la posibilidad de ser vulnerable a experiencias nuevas y percibirme diferente, renovado y más vivo. Expuesto a la locura, pero irónicamente también a lo más genuino en mí. De algún modo y retomando una conocida frase, hacer lo "incorrecto" me permitió, por un instante, haber tocado contigo lo perfecto.
Y bien, ahora que de nuevo permito que la razón regrese a mí, toca redefinir este espacio construido entre tú y yo. Hablo de redefinir pues me interesa mantener un espacio reservado sólo para ti. Quizás no el que había construido en mis fantasías, pero no menos sagrado, ni menos especial. Un espacio en el cual puedas seguir presente,y en el cual pueda cuidarte y seguir tejiendo una historia en el que tu vida y la mía sigan entrelazadas.

Ser amigos..., pero ¿Cómo defino el significado de amistad entre tú y yo?
Intento delinear cómo me vislumbro siendo amigo de ti.
El lugar ya lo tienes. Es inamovible a pesar de los terremotos que puedan sobrevenir o del tiempo que pueda avanzar sobre él.
Ahora, ¿cómo habrá de ser la arquitectura de dicho lugar? Esta es la parte divertida. Descubrir qué entiendes por amistad y qué quiero yo entender por amistad. Es una parte tramposa, lo reconozco, al menos de mi parte.
En mi concepto de amistad contigo espero continuar teniendo la oportunidad de explorarte y llegar a conocer aquellos ángulos de tu historia que aún desconozco. Quiero conocer tu enojo, tu tristeza, tu locura, tus mayores virtudes, tu bondad y tu egoísmo, tus mañas y defectos. Conocerte eufórica y rabiosa, romántica e intolerante, suave e intensa, insoportable y fascinante.
Quiero que igualmente vayas descubriendo lo mejor y lo peor de mí. Que seas testigo sin juicio de mi mayor júbilo y mi peor desazón. De mi mayor luminosidad y más profunda oscuridad.
Deseo ser depositario de tus confidencias, que en nuestro diálogo siempre exista el respeto y en nuestros silencios la comprensión. Brindarte mis brazos en momentos de tristeza y mis oídos en tus triunfos. Ser el lugar en el que puedas recargarte cuando estés cansada y quien te acompañe cuando todos los demás te hayan abandonado. Que tu mirada encuentre en la mía la ternura y la fuerza que la vida te vaya requiriendo.
Quiero que eventualmente, alguna mañana de invierno llegue a sorprendernos dormidos, abrazados y desnudos en un mismo lecho, después de una noche en la que descuidamos los límites, y dejamos que el erotismo y la sensualidad nos sobrepasaran, y que me dejes llevarte el desayuno a la cama y despedirte con un beso de agradecimiento, y que aún después de eso sigas siendo mi mejor amiga...
Abrazarte en cada uno de tus cumpleaños y compartir contigo el mío.
Quiero que seas ese espacio de intimidad en el que pueda compartirte palabras que resulten inconfesables en cualquier otro. El santuario en el que mi risa se sienta libre y despreocupada. Deseo que seas el puerto al cual llegar cuando la desesperanza abata mis velas, así como el sol que me ilumine cuando los días nublados meroden mi amanecer.
Edificar un refugio al cual poder regresar a pesar de haber atravesado por disgustos o sufrido distanciamiento y en el que nunca falte una palabra amable o una inesperada broma y sobre todo el sitio para todas las posibles sonrisas. Donde haya lugar para lo insulso así como para lo sagrado.Saber que tú estarás ahí y que yo estaré también para ti y que siempre habrá una frase disponible que nos permita corregir el rumbo cuando estemos confundidos.
Espero que un día el tiempo nos sorprenda tomados de la mano caminando una tarde por los viveros, escuchándote con ternura y paciencia acerca del pasado, de los errores y aciertos que cometiste, así como compartiéndote los cometidos por mí y que me bendigas por haberte acompañado al paso de los años, pues has podido darte cuenta de que yo también logré "tocarte" y transformarte aún y cuando algún día pretendiste ignorarlo. Porque en mí, tu ya has sido bendecida.
Ahora dime, ¿cuál es el concepto de amistad por el cual deseas navegar conmigo?
P.D. Por cierto, nunca te he dado las gracias de mi pastel el día de cumpleaños... Gracias.

domingo, 2 de diciembre de 2007

Distancias

Sacado del diccionario, distancia significa "Intervalo o espacio de lugar o tiempo que media entre dos cosas o sucesos".

Por supuesto no te considero ni cosa ni suceso, pero el intervalo o espacio de lugar y tiempo sin lugar a dudas media entre nosotros en esta noche de diciembre.

Podria también definir la distancia en términos más coloquiales como ese dolorcito en el pecho cuando pienso en ti y sé que no puedo tenerte aquí conmigo, o como la certeza de amarte y de saberme amado por ti pero en un espacio en el que no te encuentro, o como esas ganas de abrazarte y no soltarte pero que mis brazos se hallan vacíos e incompletos, o como ese deseo no satisfecho de tener tu cuerpo desnudo en una noche en la que sólo quisera llenarme de todo tu ser.

En fin, la distancia de ti tiene diferentes acepciones pero el sentimiento siempre será muy claro, el de una tristeza seca en mis ojos, mi garganta, mi pecho y mis brazos...

y todo esto sólo para decirte que hoy te extraño y que no sé qué hacer con ello.

jueves, 29 de noviembre de 2007

En Reconstrucción.

Estoy en reconstrucción. Búscandome entre los restos de lo que quedó, pues aún mi alma se encuentra perdida entre los escombros.

martes, 20 de noviembre de 2007

Lo tuyo y lo mío.

Mi mano en tu mejilla
la otra en tu costado
mi costado arañado por tus uñas
tus pechos acariciados por mi deseo
tu deseo en mi boca
mi abdomen en la tuya
Tus labios en mi espalda
en la tuya mi sudor
Mi mirada en tus ojos
los tuyos en mi excitación
Mis dientes en tu cuello
y lamiendo el mío tu lengua
la mía entrando en tu oreja
Entre tu humedad mis dedos
mi ansiedad entre los tuyos
y tu gemido en la quietud
Mi cadera entre la tuya
Tus manos en mis hombros
Mi inconsciencia en tu conciencia
tu inconsciencia en mi locura
Mi sexo en tu edén
el tuyo en mi paraíso
Mi éxtasis en tu respiración
en mis gritos tu orgasmo
Tu silencio en mi sonrisa
en la tuya un beso tierno
y alrededor de ambos
la quietud de esta noche
que no pertenece a nadie.

domingo, 18 de noviembre de 2007

La caída del muro.

Ayer la vi asomarse. Fue una mirada furtiva y breve, una mirada calladita. Pero su ojos se posaron en este espacio mio por vez primera. Al verse sorprendida su rostro se tornó del mismo color que el del atardecer descansando en aquel momento a sus espaldas. Y no logré distinguir si en sus labios fue una sonrisa o una mueca la que se dibujó.
En aquel momento me encontró de pie al centro de la habitación, con el torso y los pies desnudos, y el pudor con la guardia baja, reconociendo en el espejo el mapa de mi historia.
Hoy me encuentro de nuevo al centro de la habitación, pero mi desnudez es hoy absoluta pues tengo la confianza que vuelva a asomarse a mi espacio, pero en esta ocasión espero que su rubor venga acompañado de deseo. He preparado mi cuerpo para su llegada, el territorio está listo anticipando el recorrido de sus manos por mi geografía. Pero sobre todo he reservado el lugar en el que habrá de descansar su sonrisa, el hueco en el que guardaré la primera palabra de amor que su boca pronuncie y un recipiente para verter en él el suspiro que su cuerpo deje escapar al primer contacto con mi piel.
He preparado este encuentro con toda la historia que el día de ayer repasé ante el espejo. En mis brazos habrá de encontrar el silencio que necesita así como el alivio anhelado. Mis manos serán una guarida para sus lágrimas así como el espacio en que sus risas podrán desparramarse y sus labios podrán refugiarse.
Y en el umbral de la puerta puedo ver su silueta vestida de una primavera que habrá de marcar el final de mi invierno. Mi deshielo será alimento para todo el renacimiento de un nuevo relato que la brisa comienza a escribir al colarse entre su cabello.
Su mirada no es hoy furtiva ni breve... Es un mirar profundo con tono de ámbar y envuelta en curiosidad. Hoy distingo una sonrisa franca y perfectamente delineada en sus labios cuya carnosidad de carmín anticipo ya sobre los mios. Y mi desnudez hoy habrá de arroparse entre la piel color de otoño que comienza a llenar de un nuevo aroma el otrora espacio vacío cuyo centro ayer yo cubría de pie.

jueves, 15 de noviembre de 2007

Madrugada sin desenlace.

Hoy la noche me sabe a tristeza, me sabe a su ausencia. A una falta de un estar que aún no logro definir, pues aún no tengo cierto hasta dónde deseo llegar, así como desconozco hasta dónde he llegado en ese espacio de su conciencia..

Me siento de una forma que no me gusta estar. Pienso en ella y pienso acerca de lo que hay entre los dos. Algo efímero, abrstracto incluso. Y más efímero aún pues en este momento desconozco su pensar y su sentir con respecto a mí. Intuyo una lejanía que se va pronunciando. Una lejanía que ha sido el tenor de estos últimos meses. Pero la sensación es cercana, pues está aquí en mi pecho. Me duele en el rostro y en las manos... Y ella, lejos.

¿Qué es lo que existe entre los dos? ¿Cómo llamar a estos breves momentos de haber estado en un estado de éxtasis a su lado? ¿Cómo nombro a este sentir que se despierta ante su falta de presencia en momentos que quisiera llenar con su sonrisa, su rostro, su cuerpo, su voz ? ¿Cómo defino este deseo de sentirla junto a mí y olerla y tomar su mano mientras la noche va tomando mis sueños? ¿Cómo traduzco aquel en quien me convierto cuando estoy a su lado?

Preguntas sin respuesta, o al menos sin aproximaciones aceptables en esta noche. Noche que se va transformando en madrugada y que en ésta percibo el espacio vacío que no logro llenar a no ser que tuviera en estos momentos la sensualidad que estará derrochando esta noche a la distancia...

lunes, 12 de noviembre de 2007

Entre la medianoche y el mar,

Con el correr de las últimas horas me he descubierto en lugares distintos. Es una nueva geografía de lugares comunes. Mi cambio no podrías verlo en un mapa. No podrías percibirlo si me mirases desde la misma ventana desde la que ayer volteaste la mirada, pues me hallarías de pie en el mismo lugar que ayer mi soñar deshojaba. Pero esta nueva geografía podrías percibirla si me mirases de frente, cerquita y despacio.
Hallarías que la disposición de mi mundo es hoy diferente. Podrías descubrirlo si escudriñaras mis ojos, pues en ellos está presente una profundidad antes no evidente. Y es que hoy mis ojos miran el mar al que mi imaginación te ha llevado. Ese mar en que te he raptado, para imaginarme por un instante que tu vida corre paralela a la mía, que mis aguas nadan ente las tuyas, que no hay distancias ni diferencias; que te acaricio con la arena que mi oleaje lleva hasta tu playa, que en tu playa soy recibido y te beso y te lamo, te acaricio y me dejo absorver por cada poro de tu piel que descansa sedienta aguardando la humedad de mi cuerpo.
Mi geografía ha cambiado pues te he tenido una noche completa conmigo, cubriendote con el cielo de mi deseo, con la suavidad de mi ternura, con la ansiedad de esta espera que se ha hecho eterna...

domingo, 11 de noviembre de 2007

De tu belleza.

Me desperté, envuelto de desnudez e inundado por tu recuerdo, atando aquellos trozos de sueño resultado del naufragio de mi despertar.
Repasé las posibilidades de tu ausencia y tu presencia. De la primera, la esencia perdida que quiero explorar y descubrir. De tu presencia, lo breves tesoros acumuladosque voy guradando en el bolsillo con tu nombre.
Es en mi bolsillo donde cargo el rostro de tu belleza, formado por los momentos, palabras, olores, fantasías y rastros de piel y saliva que has dejado clavados en mi ser. La belleza tiene nombre y rostro..., y siempre tienen sabor a ti.

jueves, 8 de noviembre de 2007

Espacios que si y que no

El concepto de espacio es sólo una idea, inclusive una fantasía.
Existen espacios entre tú y yo. Los hay insalvables, los hay complicados, los hay imaginarios.
Espacios de distancia, los hay, pero podrían ser fácilmente salvables si tan sólo decidiera ir hacia donde tú estas. Mero formalismo. Espacio que puede disolverse.
Espacios de tiempo... Aquí comienzan a surgir las dificultades. Falta de sincronicidad. Tiempos que no coinciden y que si lo hacen, son sólo breves instantes de encuentro. Cachitos de tiempo que se convierten en pequeños pedazos de recuerdo que voy completando con trozos de imaginación, con trozos vividos en mi cuerpo y mi mente, pero fuera de tu espacio...
Espacios de intimidad. Son estos los que más ansío. Y que cuando han aparecido han bastado para llenar la inmensidad... Ironía es que un instante llene a la inmensidad, quizás uno no sea instante o el otro inmensidad. Todo es relativo, pues al final es el significado y no el hecho lo que trasciende en la conciencia. y hoy te significo como la inmensidad de instantes acumulados y pegados por toda la extensión de mi piel; inundando el área que mi alma ocupa; llenando el silencio que mi mente no logra alcanzar ante la presencia de tu ser.
El espacio es, como te dije al principio, sólo una idea. Hoy estás aquí simplemente porque te estoy pensando, porque aspiro tu aroma de tan sólo remembrarlo, porque en mis manos la memoria de tu piel se vuelve a hacer patente. No hay espacio entre tú y yo aunque lejana te encuentres. Y sin embargo el espacio está presente..., pues no estás aquí.

jueves, 9 de marzo de 2006

En escena

Vaya desenlace, que al final es sólo parte de una historia más amplia, pues en realidad no hay desenlaces sino sólo enlaces de momentos pasados con aquellos por venir.
La vida hay días que me pesa y quisiera pensar en desenlaces..., en otros puedo ver y confiar y sólo fluir mientras voy hilando continuaciones de mi propia historia.
Quisiera hoy hacer una pausa, oh ingenua intención la mía..., hoy quisera pedirle a la vida hacer un alto, sentarme al borde de la vereda y tomar un respiro y dejar que otras vidas continuén en su andar psicótico y errático y sólo ser espectador de andares ajenos.
Y ahora que lo menciono viene a mí la pregunta: ¿quién será el espectador de mi vida?

miércoles, 15 de febrero de 2006

Sólo por ser amigos...

Si te asomas a mi espacio, pueda ser que me encuentres, callado y atento a lo que a cada paso con tu cuerpo vayas dibujando.
Si te acercas pudieras incluso percibir el aroma que mi piel va destilando conforme imagino tu cuerpo tibio pegado al mío.
Si me tocas podrías perderte, quedarte vagando por siempre en un quejido corto y quebrado que de tu cuerpo mi sed robaría.
Si te quedas, olvidaría lo que aquí te trajo un día y podría no respetar la amistad que un día nos hizo encontrarnos.
Pero entonces, quizás entonces, decidirías ya nunca más marcharte.

sábado, 12 de noviembre de 2005

De-bra-lle

Medianoche y yo buscando respuestas en los lugares equivocados. Formulando las preguntas incorrectas, siguiendo pistas falsas que me llevan a la confusión del sin-sen-ti-do.
Creo que si supiera lo que busco, mi tarea se facilitaría. Y héme aquí, con los ojos rojos, la espalda adolorida y las nalgas entumidas de tantas horas aplastado en esta silla.
Si supiera lo que busco no estaría buscando, pues busco respuestas a una pregunta aún no estructurada. Miro la pantalla y mi tentación primera es apretar el botón "Del" y mandar al olvido todas estas palabras. Pero no lo haré. Dejaré que las palabras solitas se confundan. Y qué bueno que a ellas no puedo escucharlas (a las palabras), pues seguramente interpelarían que el confundido es el que las ha puesto en fila (o sea yo) y ellas sólo expresan la insensatez que mis manos van regando a cada toque en el tablero.
Es la hora. Hora del mayor silencio. Madrugada insensata... Cómo será la madrugada de cabrona que me hace decir tanta mam... Y sómo seré yo de irresponsable... No veré salir el sol pues habré de estar jetón.

Refugio

Para ti tengo un refugio
cubierto de agua y vacío de silencio
en el que el alma flota y la luz escapa
y la muerte calla
pues la vida se entreteje entre llanto y risa
refugio de piel, sudor y sal
refugio de dientes blancos que se pierden en el carmín de tu sangre
y que mi lengua limpia a pasos chiquitos...
si tu calor no me quema,
prefiero dejarme secar al sol
y que tu aliento,
húmedo y profundo,
me saque de mi invierno...

martes, 8 de noviembre de 2005

Distracción

¿Cómo puedo volver la vista? Dices que quieres ocultar tu desnudez y hacerlo sería sin duda lo más cruel que hacia mí has jamás intentado. ¿Concentrarme? No podría hacerlo hacia algo diferente de tu piel terciopelo. Silencio. Pues el recuerdo no me basta y quizás sólo tengamos este instante y no tengo otro que el de este momento pues mañana no podrías garantizarme que seguiré aquí contigo. Así que calla, si me hablas hazlo en susurros, con los cuales acarices el último resquicio de alma que intenta abandonarme ante esta lujuria que tu imágen en mí despierta. Acaricia mi alma pues quiero tocarte no sólo con la piel de mis manos, quiero hacerlo con la eternidad de este instante, con la fuerza impermanente de este momento que amenaza alejarse y no quiero quedarme con recuerdos sino más bien con la experiencia que acunaré bajo mi piel. Silencio, pues la noche va cediendo paso al sol y amenaza con hacerme despertar y no podría enfrentar la mañana ante la incertidumbre de no haber conocido tu rostro, así que permíteme permanecer en este sueño, que ha sido el momento más real de ésta, mi existencia.

sábado, 5 de noviembre de 2005

Meditación

Me pide hablarle de usted, a usted dama oscura en alas de trueno, a usted, dama cuyos insomnios acompaño, a usted, que se dice desconocida en mi existencia, cuando cada vez que al cerrar mis ojos invoco su presencia y complemento mi alegría a la vez que mi desazón de saberla tan cercana y a la vez ajena. Y en mis manos vive el recuerdo de su silueta virginal, la textura de sus labios abundantes cual granadas y de ese rincón en el que he depositado el calor que sólo a su lado podría calmar.Me pregunta si seré eterno para acompañar su mundo y su andar... Mortal soy al final, pero cuento también con la eternidad para poder invocar a mi esperanza y a mi deseo de compartir a su lado un tiempo que ambos desconocemos si estará siendo o aún por venir estará.Mi destino hoy apunta a sus dominios, explorador de sus tierras, en espera de hallarle, pues así como usted es dragón, verá en mí al unicornio galopando desde mi región boreal hacia sus dominios del norte. Y viene a mí la pregunta si su vuelo podrá entretejerse con mi alado galopar y ambos ser capaces en armonía de continuar descubriendo rincones vírgenes e indómitos, tanto de su piel como de la mía, tanto de su mundo como de mi territorio...Hoy mis alas baten con toda su amplitud y me elevo tan alto como imposible me sea, buscando en el horizonte su casa prometida. Puedo ver la silueta que comienza a delinearse allá a lo lejos. ¿Será esta en efecto su casa? ¿Será usted la que miro traspasando el umbral? Si mañana mi cuerpo sudoroso se encuentra al lado suyo, será que mi búsqueda fructificó, si no, seguiré buscando, siempre guiado por el aroma de la urgencia que a su paso va dejando.

jueves, 21 de julio de 2005

Handle with care!

Mi fragilidad me delata..., mi fragilidad me espanta.
Tiemblo de miedo ante el correr de la suave brisa.
Pues en su andar podría desvanecerme.
Mi estabilidad es delgada, cual hilo de seda.
Mi serenidad se resquebraja con el rumor de las sombras.
Soy demasiado suave para este mundo,
demasiado frágil para esta vida.
Mi fuerza es un sueño cuanto más me alejo,
y tomo distancia del juego de ser,
de aquel que aún no sé si puedo.
Y hoy no sé si puedo o quiero o por el contrario
decido poner una valla, que del mundo
ajeno me deje, callado y a salvo,